miércoles, 5 de agosto de 2015

Hoy me he vuelto a acordar de ti.

Hoy me he despertado a las nueve con un mensaje de Buenos días, creía que te habrías cansado de echarme de menos, pero no eras tú. He desayunado mi café, como hacías cada mañana por WA, quizás para despertarme y darme cuenta que solo aparecerás en mis sueños. Y me he vuelto a acordar de ti.
He mirado mi reflejo en los cristales de la ventana, aishh qué pelos de loca llevo..., pensé que si parpadeaba dos veces tal vez te vería a mi lado cogiéndome de la mano como aquél viernes delante de un escaparáte y tú diciendome; que tonta eres, te queda bien la gorra!
Hoy me he vuelto a acordar de ti, unas 22 veces(no sé que tiene el destino conmigo; el 22 te conocí por primera vez, desde el dia 22 que no hemos vuelto a hablar... quizás solo séa simple coincidencia pero en el fondo lo considero mi número de la suerte por haber cumplido dos de mis sueños ese mismo día. Heey que cumples 22 años dentro de poco!!), a lo que iba, me he acordado de ti en la tenechara, en el desayuno, en la colaboradora de Cámbiame y en la vecina (se llaman como tú) aunque tu nombre séa precioso solo cuando te miraba y sonreías preguntandome: qué pasa?. Estás en las canciones de rumba catalana, en el tren con destino est.de França; próxima parada passeig de Gràcia, en las gafas que se le caen a alguien por debajo de los ojos de cualquier mirada que me mire y presienta que tal vez tú tengas algo que ver detrás de esos ojos que intentan decirme algo.En mi piercing de la nariz cuando se da la vuelta y se ve el agujerito, en las despedidas de abrazos largos con un dulce beso final. Me dueles en la pulsera casi descolorida de cuerdas amarilla y turquesa, en la horchata de ayer, en el tinto de verano de cualquier bar que sirvan a una chica con gafas,  en la botella de agua de Frozen (si, mi hermana me la regaló. Aún sabiendo que me recordaba a ti). En esos bancos de madera que llevan tu nombre y al caer la noche son solo el roce desgastado de nuestro cariño, sobretodo me he acordado de ti cuando por poco me equivoco conscientemente y olvido que tú y yo ahora solo tenemos en común todos esos recuerdos que día tras noche no me dejan querer a nadie más como te quise a ti, y casi te envio un mensaje diciéndote que te echo de menos y necesito abrazarte, mi Mofletitos, como la última vez que me despedí de ti en la estación de tren cuando pude susurrarte por duovigésima vez
Te Quiero.
Lo siento, lo he vuelto a hacer; te he escrito otro textazo aunque sabía que te descolocaba, porqué no he podido evitar acordarme de ti.

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